En la antigua Rapa Nui existía un gran secreto a voces que tenia atemorizada a casi todos los habitantes de la isla, este secreto consistía que una fuerte fuerza maligna se había apoderado de sus dioses (los moais) trayendo sequías, muertes, enfermedades, y innumerables actos de maldad, esta información se habría filtrado a través de un pescador que merodeaba el sector que escucho los planes de las nuevas y malévolas almas que se habían apoderado de los Moais, al oír esto fue donde su pueblo a contar pero nadie incluso su familia no le creyó, tratándolo de loco y apartándolo de sus vidas, sin saber lo que pasaría. Esto llegó a oídos de los dioses y le mandaron un maleficio dejando ciego, sordo, mudo e invalido, para que nunca más se vuelva a tratar de estropear los planes de los nuevos dioses.
Días después, la población de la isla fue sometida a torturas, maleficios, esclavitud, y todo lo malo que se puedan imaginar. Los malignos espíritus hicieron de las suyas por largos años, dándoles una pésima calidad de vida a sus pobladores, estos que hasta el día de hoy se lamentan (los que aun viven) y los que ya murieron se llevaron a su tumba el cargo de conciencia de haber podido evitar tantas muertes y desgracias al a verle creído a el pescador.
Se dice que el pescador (ya muerto) tomo fuerzas y fue a buscar ayuda a espíritus buenos de islas lejanas, los cuales si le creyeron y pudieron juntar un gran grupo de espíritus quienes acompañaron al pecador a reclamar por la libertad de su pueblo.
Luego de días de lucha el pescador y los espíritus ganan la batalla y los espíritus en una junta con los pobladores (muy contentos) deciden proclamar al pescador como nuevo rey de de la isla puesto que hasta el día de hoy lo es.
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Hace 14 años
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